«Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal del cielo para ponerle a prueba» (Marcos 8:11 LBLA)
En esta sección del evangelio de Marcos se dan a conocer tres relatos que nos permiten ver la ceguera de la raza humana ante la figura de Jesús. En primer lugar, los fariseos piden al Señor una señal del cielo. No buscan conocer realmente a Jesús, no quieren una respuesta, sólo buscan discutir y ponerlo a prueba. Una generación torcida y perversa (cf. Deuteronomio 32:5).
En segundo lugar, se nos relata que ahora son sus propios discípulos los que, presenciando diversos milagros, están confundidos y no reconocen la identidad del Señor: teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen.
Por último, en Betsaida, un ciego es sanado milagrosamente por Jesús. Esta historia nos da a conocer que la ceguera de sus discípulos o el duro corazón de los fariseos, solamente puede ser cambiado por la obra sobrenatural de Dios.
Vigésima primera parte de nuestro estudio: «¿Quién es Jesús? Un estudio al evangelio de Marcos»
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J. P. Zamora