El bautismo del Espíritu

El bautismo del Espíritu Santo en el debate continuista

Hace poco, presencié un intenso debate en redes sociales sobre la figura de Guillermo Maldonado como representante del continuismo en general y del pentecostalismo en particular. La disputa era sobre qué no se podía conocer la teología respecto a la continuidad de los dones por extractos de videos que se viralizaban en internet de prédicas y eventos del autodenominado apóstol.

Este tipo de polémicas nos muestra lo fácil que es realizar caricaturas. Muchas de estas polémicas surgen de no diferenciar entre las diversas posturas que existen dentro del continuismo —la posición que afirma que los dones espirituales continúan vigentes hoy en día— y las tradiciones que han bebido del pentecostalismo y el movimiento carismático. Aunque existen muchas diferencias entre grupos continuistas, en este artículo quiero centrarme en una de ellas: la comprensión del Bautismo del Espíritu Santo.

I.- El Bautismo del Espíritu Santo en el pentecostalismo clásico

Una de las preguntas más importantes para entender las diferencias que ocurren dentro de los continuistas es cuándo ocurre el bautismo del Espíritu Santo.

Para los pentecostales clásicos, este bautismo es una experiencia distintiva que ocurre después de la conversión. Si bien reconocen que todo creyente recibe el Espíritu Santo al ser salvado1, este bautismo se ve como una obra posterior y con un propósito específico: impartir poder para el testimonio y el servicio.

Douglas A. Oss lo explica de la siguiente manera:

«Cuando los pentecostales hablan de «recibir» el Espíritu como una experiencia posterior a la conversión, hablan de la obra del Espíritu por la que da poder al creyente de formas “carismáticas” para que pueda dar testimonio y para que pueda servir»2

Esta postura se basa en un patrón que se observa en el libro de los Hechos. En varios relatos, los creyentes reciben el Espíritu Santo después de aceptar el evangelio. Por ejemplo:

«Pues todavía no había descendido [el Espíritu Santo] sobre ninguno de ellos; solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús» Hechos 8:16 LBLA

Aquí se ubica la postura más conocida del pentecostalismo clásico: el don de lenguas es una evidencia de haber recibido el Bautismo del Espíritu. Para ellos, es el signo inconfundible de que la unción de poder ha llegado a la vida del creyente. Esta creencia fue un motor poderoso que impulsó el crecimiento del pentecostalismo en todo el mundo, promoviendo una búsqueda profunda de Dios a través de disciplinas como la oración y el ayuno para experimentar esta bendición.

No obstante, esta visión también despertó críticas. Al hablar de una experiencia posterior a la salvación, se corría el riesgo de trazar una línea divisoria dentro de la iglesia, por un lado, quienes habían sido bautizados en el Espíritu y por el otro, quienes aún no. Así, sin proponérselo, podía instalarse la idea de que existían cristianos de “primera” y cristianos de “segunda clase”.

II.- El Bautismo del Espíritu en la Tercera Ola

En contraste, la llamada Tercera Ola3, rechaza la idea de una «segunda experiencia» del Bautismo del Espíritu Santo. Para ellos, el Bautismo del Espíritu ocurre en el instante en que uno se vuelve cristiano y es incorporado al Cuerpo de Cristo. Su principal fundamento bíblico es 1 Corintios 12:13: 

«Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo […] y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu»

Según esta perspectiva, el texto describe la experiencia universal de la conversión, sin sugerir que un grupo específico de creyentes pase por una experiencia adicional llamada bautismo del o con el Espíritu.

Ahora bien, ¿esto significa que la Tercera Ola niega las experiencias de poder del Espíritu? Ciertamente no. En lugar de «Bautismo del Espíritu», utilizan el término «ser llenos del Espíritu Santo». Storm lo explica así:

«Aunque el uso bíblico sugiere que apliquemos la terminología del Bautismo del Espíritu a la experiencia de conversión de todos los creyentes, esto no restringe de ninguna manera la actividad del Espíritu al momento de la conversión. El Nuevo Testamento aprueba y nos anima a tener múltiples experiencias posteriores del poder y presencia del Espíritu»4

A diferencia de los pentecostales clásicos, la Tercera Ola no considera que hablar en lenguas sea una evidencia obligatoria del Bautismo o de la «llenura del Espíritu». Reconocen que las lenguas son un don válido y que está vigente, pero señalan que en el libro de los Hechos hay numerosos ejemplos de salvación y de recepción del Espíritu sin que se mencionen lenguas.

III.- Puntos clave para entender la diferencia

Podemos resumir las diferencias de la siguiente manera:

1.- El momento del «Bautismo en el Espíritu Santo»

  • Pentecostalismo Clásico: Experiencia post-conversión para el revestirse de poder.
  • Tercera Ola: Ocurre simultáneamente con la conversión con la incorporación al Cuerpo de Cristo.

2.- La «evidencia inicial»:

  • Pentecostalismo Clásico: El hablar en lenguas es la evidencia inicial y obligatoria.
  • Tercera Ola: No hay una evidencia requerida; el don de lenguas es sólo uno de los muchos dones del Espíritu.

3.- La terminología:

  • Pentecostalismo Clásico: Usa «Bautismo del Espíritu» para el empoderamiento.
  • Tercera Ola: Usa «Bautismo del Espíritu» para la conversión y «ser llenos del Espíritu» para el empoderamiento posterior.

En tiempos donde los debates se reducen a frases virales, caricaturas, descalificaciones apresuradas y malos exponentes, aprender a distinguir matices no es un lujo intelectual, sino un acto de discernimiento cristiano.

Más allá de las diferencias de lenguaje o de énfasis, tanto el pentecostalismo clásico como la Tercera Ola coinciden en algo esencial: el Espíritu Santo sigue obrando para dar vida, transformar corazones y edificar a la iglesia. Comprender esto no debería dividirnos, sino impulsarnos a vivir con mayor fidelidad a Dios, buscando con todas nuestras fuerzas al Señor, para que su reino se extienda con el poder del Espíritu Santo.


J. P. Zamora


BIBLIOGRAFÍA:

  • Wayne A. Grudem. (2004). ¿Son vigentes los Dones Milagrosos? Cuatro puntos de vista. Editorial Clie.

Artículo escrito originalmente para Alianza Pentecostal Reformada.

  1. – Wayne A. Grudem, ed., ¿Son vigentes los Dones Milagrosos? Cuatro puntos de vista (Terrassa, España: Editorial Clie, 2004), p. 239.
  2. – Grudem, ¿Son vigentes los Dones Milagrosos?, p. 240.
  3. – Aunque en algunos lugares se le denomina neopentecostalismo, en contextos latinos este término resulta ambiguo y poco claro.
  4. – Grudem, ¿Son vigentes los Dones Milagrosos?, p. 179.

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