La confesión de Pedro | Marcos 8:27-33
El apóstol reconoce que Jesús es el mesías. Confiesa que su maestro es el hijo de David, pero no entiende la naturaleza de su ministerio.
Leer más >El apóstol reconoce que Jesús es el mesías. Confiesa que su maestro es el hijo de David, pero no entiende la naturaleza de su ministerio.
Leer más >Los fariseos piden señales por su incredulidad. Los discípulos teniendo ojos no ven. Sin embargo, Jesús restaura milagrosamente la visión.
Leer más >Así como alimentó a los judíos hambrientos, ahora alimenta a quienes eran llamados «perrillos». Vigésima parte de nuestro estudio a Marcos.
Leer más >Jesús no es un curandero más ni es un maestro como muchos. El milagro nos recuerda que él es el Mesías prometido.
Leer más >Una mujer gentil ruega solicitando ayuda. Jesús responde de manera escandalosa ¿Por qué el Señor reacionó de tal manera ante la mujer sirofenicia?
Leer más >Los fariseos y escribas condenaban a los discípulos de Jesús porque estos no se lavaban las manos para comer pan. Cuestionaban las enseñanzas del Maestro por no instruir a sus seguidores a mantener la pureza ritual.
Leer más >«Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló […]
Leer más >Mayor que Moisés y los profetas, Jesús es el buen pastor que se ocupa de las ovejas. No deja al rebaño hambriento, sino que sacia su hambre en todo sentido, las alimenta con la enseñanza, con panes y peces.
Leer más >Jesús envía a un grupo dentro de sus discípulos a predicar el evangelio y entrega indicaciones específicas de como actuar en cada sector donde prediquen.
Leer más >«¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de […]
Leer más >