«Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer» (Marcos 8:2 LBLA)
Jesús se encuentra en territorio gentil. Así como alimentó anteriormente a los judíos hambrientos, ahora alimenta a quienes eran llamados «perrillos». El buen pastor se preocupa de las ovejas hambrientas, sean judíos o gentiles. No es un pastor distante ni un maestro desinteresado, él cuida a cada persona necesitada.
En estos milagros de alimentación se anuncia el banquete mesiánico. La comida dada por el Señor a los que depositan su confianza en él, más allá de las barreras que dividen a los seres humanos.
Hay diferencias y similitudes entre las dos escenas milagrosas. La alimentación de 4000 y la alimentación de 5000.
Vigésima parte de nuestro estudio: «¿Quién es Jesús? Un estudio al evangelio de Marcos«.
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J. P. Zamora